El surrealismo abstracto, es donde se crean universos figurativos
personales a partir del automatismo más puro
Ramoca comulga dicho estilo y su obra se describe de la siguiente manera:
Adentrarse al universo de los cuadros de Ramoca es integrarnos al cosmos, formar parte de él pero al mismo tiempo es desintegrarnos en partículas, volvernos seres amorfos.
Ramoca experimenta con las formas y los elementos que conforman su obra: contrasta los colores pero sin lograr enfrentamiento entre ellos. Integra y desintegra como un dios creador, seguro de que el resultado será un todo armónico, aún dentro de un aparente caos.
La angustia de ciertos artistas adscritos a unas determinadas formas o tendencias (en las que su locución consigue su arrebato) se dilata y traslada a la obra en el interior de una perfección que parece antagónica con esa pulsión que arrastra y devora. Ramoca es un claro ejemplo, con el que osamos traspasar una experiencia para sentir sus heridas, sus pasiones, sus inquietudes, ésas que le hacen concebir un universo donde protegerse, refugiarse y contemplarse pero al mismo tiempo proponerse a través de unas estáticas e inquietantes formas que concentran nuestra mirada.
En esta formulación revive los fantasmas y apariciones que cimentan las vivencias portadoras de hallazgos, mensajes, secretos.
Obliga, cual demiurgo esotérico, a que se hagan visibles mediante la magia del pincel, la sabiduría de la mano, la línea del ojo. Hay una exorcización que fragua lentamente en una obra flotante, ingrávida, que estructura el espacio, lo enriquece con una geometría que va desvelando un territorio de entes, de rostros, de masas, de esferas, en una interlocución que nos abruma por su presencia plástica, por la definición sutil de un cromatismo que se se conjura para que la idea alcance su mayor expresividad. Una obra rica en el planteamiento y en la resolución, en la composición y en el sentido escénico del espacio, que nos depara sorpresas y argumentos, y lo más importante, que nos agasaja y hospeda. Con ella nuestra mirada piensa y anhela, medita y viaja.
HERMOSO!
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