Por: José de Jesús Guzmán Mora
Un nombre y una ciudad pequeña que se antojan pertenecientes a otro plano. Se puede decir que aquí todo tiene un orden superior: el nivel de altura en que se sitúa la ciudad, los recuerdos de una aristocracia presente en las arcadas que se levantan en todos lados, la educación y la nobleza de sus habitantes, el perfil majestuoso del Nevado y Volcán de Fuego, la silueta imponente de su Cerro Viejo, teniendo como fiel guardián en lo más alto de su cima el regio monumento dedicado a Cristo Rey.
El culto pueblo de San Gabriel, se encuentra al centro de la región sur del Estado, teniendo como vecinos a la histórica Sayula, al aristócrata Zapotlán el Grande, a los sureños Tolimán y Zapotitlán, al fresco Tapalpa, a los calurosos Tonaya y Tuxcacuesco, sin olvidar al risueño pueblo de Gómez Farías. Esta ciudad alberga aproximadamente a 4300 habitantes que se dedican a la agricultura, el comercio, la producción de balones, guayabas, muebles, vino mezcal y artículos de cuero y plata.
La educación tiene cobertura en todo el municipio con cerca de 70 escuelas, 3800 alumnos y cerca de 200 profesores.
Para llegar aquí se puede arribar desde la capital por la carretera a Morelia-Sayula-San Gabriel; o desde Zapotlán- por cuatro caminos y desde El Grullo-Tonaya.
Una vez en este señorial pueblo, usted amable visitante podrá admirar el Templo Parroquial y nuestro amadísimo Señor de la Misericordia de Amula, que es una hermosa escultura de Cristo tallada con manufactura purépecha en el siglo XVI, la Capilla de la Virgen del Refugio, el Templo del Santuario de la Virgen de Guadalupe, la capilla de la Cruz situada en lo alto del Cerrito de los Garambullos.
Puede recorrer los amplios y bellos portales Corona, Ocampo, Zaragoza, Guerrero y Degollado.
San Gabriel es tierra del canónigo Enrique de Jesús Ochoa, del músico y compositor Blas Galindo, del actor y cantante de ópera José Mojica, de don Salvador López Chávez, tierra de inspiración del internacional Juan Rulfo y del político y diplomático Primo Villa Michel, entre muchos otros.
Su gente amable, sencilla, y hospitalaria, les recibe siempre con los brazos abiertos, que su estancia les sea placentera.
LA FUNCIÓN DE MI PUEBLO
Una de las fiestas más populares y concurridas en este pueblo de San Gabriel, es la dedicada al SEÑOR DE LA MISERICORDIA DE AMULA, durante el mes de enero.
Se ha hecho una gratísima tradición el reparto de las “décimas” el primer domingo del mes, en cada uno de los barrios. En los últimos años se ha invitado a los propietarios de los diferentes giros comerciales para que se integren al reparto de dichos programas religiosos lo que ha generado un desfile colorido, alegre y con plena participación de la población. Comienzan estos festejos con “un repique de campanas” para luego proseguir con peregrinaciones locales y foráneas durante nueve días. Quienes participamos en ellas, nos preparamos con gran entusiasmo durante todo el año, con el fin de que luzcan lo mejor posible. Estas peregrinaciones son encabezadas por la Banda de Música “Ireneo Monroy” y por la “chirimía” que no pueden faltar.
LA IMAGEN DEL SEÑOR DE LA MISERICORDIA
El pueblo de San Gabriel nació bajo el amparo y la protección del SEÑOR DE LA MISERICORDIA DE AMULA, con gente indígena procedente del antiguo pueblo de Amula. Desde su fundación y hasta la fecha, han pasado mas de cuatro siglos en los que se ha ido acrecentando, el fervor hacia esta SACRATISIMA IMAGEN considerada por todos como EXTRAORDINARIAMENTE MILAGROSA. Esta escultura fue elaborada en Pátzcuaro, Michoacán, por Don Matías y Luís de la Cerda, y traída posiblemente entre los años 1560 a 1570, por algún fraile franciscano.
SAN GABRIEL, JALISCO, ABRIL DE 2009.
ESCRIBIO: JOSE DE JESUS GUZMAN MORA
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